En verano puede que las hojas de los nenúfares emerjan por encima de la superficie del agua en vez de quedarse plano en ella.
Esto puede ocurrir en estas circunstancias (uno o más puntos a la vez):
- La planta no está colocada a la profundidad adecuada,
- La variedad del nenúfar es demasiado vigorosa para la poca profundidad del estanque,
- Está plantada en una cesta demasiado pequeña,
- Ya ha usado todo el espacio disponible y los rizomas se superposicionan a cada uno (cestas reventadas),
- No hay suficiente agua,
- Hay demasiado fertilizante (hace que la planta esté demasiado vigorosa).
En general, para evitar este fenómeno hay que escoger plantas con un tamaño compatible con el espacio disponible, tanto en superficie como en profundidad.
En cualquier caso, hay nenúfares que son más o menos propensos a este fenómeno. De hecho, hay plantas más grandes que nunca producen hojas que se emergen aunque estén colocadas a solo 30cm de profundidad y, luego, podemos encontrar pequeñas plantas que tienden a producir hojas que emergen aunque estén colocadas a 40cm de profundidad. ¡Como siempre, hay excepciones a la regla!
Una consecuencia negativa de esta situación es que el florecimiento disminuye (demasiadas hojas se sobreponen y quitan la luz de la planta).
Las posibles soluciones son (en orden, desde la más rápida a la más compleja):
- Cortar algunas hojas;
- Extraer algunos rizomas de la cesta para liberar espacio;
- Dividir y replantar la planta.